domingo, 7 de noviembre de 2010

DÍAS 16 Y 17: BAHÍA DE HALONG, ¡¡¡ESPECTACULAR!!!

El día 16 nos estaba esperando un autocar delante de la hotel a las 8 horas para salir rumbo a Halong Bay. El viaje fue muy pesado, 4 horas, aunque el autocar mejor que el que nos llevó a Lang Son, era el de nuestro barco "Paloma", una preciosidad.

Al llegar nos entregaron las llaves de nuestros camarotes, subimos al comedor, se presentó la tripulación y nos dieron tiempo para ducharnos y cambiarnos. Nos contaron lo que íbamos a hacer mientras nos servían un refresco, y salimos en una embarcación mas pequeña hacia dónde nos estaban esperando los kajak, tan sólo quisimos montar en kajak Inma, Óscar y yo, los demás se "rajaron", jajaja. Nos lo pasamos genial, fue una experiencia inolvidable y sobre todo divertidísima. Óscar y yo íbamos juntos mientras que Inma iba con un Taiwanés que mientras Inma remaba hacia adelante, él lo hacía hacia atrás, jajaja, nos partíamos. El paisaje era fascinante y la tranquilidad indescriptible. Las casas de los marineros construídas sobre el agua, flotando en el centro de la Bahía era algo que jamás podríamos imaginar. No entendíamos como podían vivir allí, en casas tan pequeñas flotantes. Les llevaban víveres y se dedicaban a la pesca, y los niños nos saludaban al pasar. Tenemos unas fotografías y unos vídeos maravillosos, gritábamos eco eco en aquella inmensidad y después del caso de Hanoi, aquello nos había trasladado en el tiempo.

Regresamos al barco y ... teníamos clase de cocina, sí, nos dieron unos guantes e ingredientes y nos enseñaron a confeccionar y freír los famosos "rollitos de primavera". Todos estábamos muy ilusionados y sabíamos cuál era el nuestro, estaban buenísimos.

Después de cenar, Óscar y yo nos dimos un masaje tailandés, ¡¡que delicia y que relax!!, nos lo dio una vietnamita pequeñita pero que tenía unas manos de oro. Cuando me dí cuenta la vi subida encima de mí en la camilla y después de mucha fisioterapia que llevo encima, jamás me habían dado un masaje semejante.

A continuación había "karaoke", sí, jajaja, nos reímos muchísimo porque como sólo lo había en vietnamita, japonés, taiwanés, etc, pues decidimos montarnos nuestro propio karaoke con el portátil de Joaquín, que tuvo la brillante idea de llevárselo al barco. Bueno... no os podéis imaginar lo que no reímos, cantando y contando chistes, ¡¡vaya noche!!. A la mañana siguiente nos dijeron que a las 6:30h. en cubierta había clase de Taichí y todos dijimos que sí, pero... evidentemente, después de semejante noche, tan sólo se levantaron "4 prigaos", y entre ellos estaban Marian y Óscar, ¡¡que valor!!.

Después nos reunimos en el restaurante para desayunar, un buffet estupendo, y a continuación nos dirijimos a las cuevas, ¡¡¡espectacular!!!, unas cuevas maravillosas con unas vistas increíbles. Después regresamos al barco, nos sirvieron una comida espectacular que constaba nada más y nada menos que de 7 platos (no parábamos de comer), y tras despedirse la tripulación, partimos rumbo a tierra, de ahí al autocar y camino de nuevo a Hanoi.

El día siguiente era un gran día, el día mas maravilloso de nuestras vidas, el encuentro definitivo con nuestr@s hij@s. A las 5h. nos vendrían a recoger al Hotel para salir hacia Lang Son, ¡¡¡que nerviosssss!!!!.

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