sábado, 20 de noviembre de 2010

DÍA 24: COMIDA EN EL "CHA CA LA VONG" CON SILVIA Y ALFONSO

Hoy habíamos quedado a las 11h. con Silvia y Alfonso en el hotel y a esa hora exactamente estaban allí. Nos dimos un abrazo y un beso y conocieron a nuestra hija Aitana. Le regalaron un osito con el que Aitana duerme todas las noches y es su peluche preferido.

Nos fuimos paseando a tomar algo antes de comer, y como era habitual nos fuimos a la terraza del Centro Comercial ya que Silvia y Alfonso no la conocían y se estaba muy a gusto. Estuvimos ahí un buen rato charlando y nos sacamos unos fotos los cinco.

A la hora de comer nos llevaron a un restaurante típico vietnamita, el "Cha Ca La Vong", que está en la calle Cha Cá, enfrente de la oficina de Alfonso y en una de las "36 calles".

Al entrar nos sorprendimos, era el típico restaurante vietnamita en el que jamás se nos habría ocurrido entrar, Óscar lo define como cutre y yo como tétrico, jajaja, pero resultó ser "fantástico". Nos dijeron que teníamos que subir al segundo piso y nos quedamos atónitos, pues eran una escaleras muy estrechas y con unos escalones altísimos, así que pensábamos... ¿y cómo vamos a subir con la silla de la niña?, bien, pues Óscar subió a Aitana en brazos mientras Alfonso subía la silla. Al llegar a arriba nos encontramos un comedor lleno de vietnamitas, se veía que un lugar típico de ellos y nos pusieron en la única mesa que había libre y había un olor muy especial. Degustamos el único plato que sirven allí y que se llama "Cha ca" que es un especie de pescado frito con eneldo y los típicos noodles vietnamitas.

Nos ponen en el centro de la mesa un wok (como una sartén) encima de un hornillo, y tú mismo terminas de cocinar el pescado mezclándolo con las verduras y el aceite, y por supuesto hay que comerlo con palillos o nunca sabría igual, estoy convencida.

La comida resultó estar exquisita, nos encantó, así que lo recomendamos a todos los que posteriormente viajen a Hanoi y estamos muy agradecidos a Silvia y a Alfonso por esa comida estupenda y ese día tan maravilloso que pasamos juntos.

Nos despedimos de Silvia y Alfonso y nos dirijimos a descansar un ratito al hotel, el calor de Hanoi es agotador y aunque no lo solíamos hacer ya que los peques dormían en sus sillas, ese día nos hechamos una siestilla en la habitación. Al levantarnos, ya era de noche, nos fuimos a dar un paseo a la plaza de Ly Thai Tó, y estaban allí Marta y Fernando con su hija Helena. Estuvimos allí un rato con las niñas y viendo como unos adolescentes vietnamitas ensayaban su coreografía rapera en el palco de la música, y también como practicaban un deporte que no sabemos como se llama y que nunca habíamos visto que consiste en tras poner una red como la de voley en el centro,  cosiste en lanzar con el pié al lado contrario una especie de pluma como con la que se juega al badmington. Nos quedamos sorprendidos del ejercicio que se hace con este deporte y lo fibrosos que están los que lo practican. A las 20:30h. como todos los días, estábamos de vuelta en el hotel para cenar con el resto del grupo.

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